Quizás seas de esas personas que piensa que un negocio puede funcionar sin tener una web. Y en determinados sectores puede ser así. Pero también es verdad que no tener una web puede ser un factor importante por el que algunos de tus clientes no terminen de «conectar» con tu negocio.
Hoy en día todo el mundo busca en internet referencias sobre productos, empresas, películas, conciertos, zapaterías… TODO LO QUE PUEDAS IMAGINAR. Nos hemos convertido en consumidores diarios de búsqueda de información, y todo a golpe de unos pocos clics.
¿Te imaginas que un potencial cliente busque sobre tu producto o servicio y que, al no tener web, nunca podrá encontrarte? ¿Te imaginas que un posible cliente, que sabe de tus servicios o productos por terceros, busque más información y, al no encontrar tu página web, acabe en la web de tu competidor?
Esto pasa muchas veces, más de lo que pensamos. No tener tu propia página web es una manera segura de pérdida de visibilidad, de generar desconfianza en tus clientes potenciales y de quedarte atrás respecto a tu competencia. Y ésto es algo que tu negocio y tú no os lo podéis permitir.
